“Que el Señor te oiga en momentos de angustia; que te defienda el Nombre, el Dios de Jacob… Pero nosotros confiamos en el Nombre, ¡confiamos en el Señor, nuestro Dios!” Salmo 20 RVC

En la cultura judía y religiosidad de este pueblo hay todo un tema de significado alrededor del nombre de un individuo, se cree que no es solo la forma en la que se identifica a una persona, sino tiene toda una carga espiritual y tienen una serie de leyes para poner nombre a un bebé. Aquí no veremos las leyes, eso es algo inherente a la cultura judía, pero sí veremos los aspectos que nos ayudan a entender el texto bíblico en una forma más clara.

En el Salmo 20 se puede ver el valor del nombre; una de las formas en que se conoce a Dios es por «El Nombre», es una de las formas en que se conoce a Dios. La razón lógica es que hay toda una asociación entre la persona y el nombre que tiene; su nombre va asociado a la misión que esa persona tendrá en la vida. Por eso, el nombre no es solo la forma en que se identifica la persona sino también la misión que tendrá en su vida, cuál será su temperamento y cómo será su carácter, en otras palabras, cuando los padres ponen nombre a sus hijos, están definiendo su futuro, pues al poner nombre a sus hijos están dando una especie de profecía, que el Todopoderoso concede a sus padres para predecir las aptitudes y personalidad de su hijo o hija.

En la Biblia, poner nombre a un bebé es una misión sagrada que corresponde a los padres, nadie más puede interferir y es parte del ciclo de vida tanto comunitaria como religiosa y el nombre recibe una aprobación de Dios; porque el nombre trae consigo la vitalidad que tendrá esta persona, el nombre es su alma, o sea su capacidad de sentir y pensar. Al leer las historias de la Biblia en el Antiguo testamento, conocer el significado del nombre de los personajes que participan en esa historia, te puede ayudar a entender mejor el mensaje que contiene y la lección de vida que te da. Por eso algunas de las Biblias de Estudio incluyen el significado de los nombres de los personajes, para ayudar a una mejor comprensión del texto.

En la cultura judía existen los nombres bíblicos, que son aquellos que aparecen en todo el Antiguo Testamento, luego los nombres talmúdicos, que son los que aparecen en el talmud o la midrash (son las historias judías que enseñan valores y tradiciones, no necesariamente son de la Biblia), luego los nombres que se encuentran en la naturaleza, flores, animales, plantas, son los nombres que puso Adán a todo lo que existe; también los nombres que incluyen el Nombre de Dios y que son puestos en agradecimiento a Dios por sus obras y por último los nombres de algunos ángeles que fueron adoptados como nombres para los seres humanos. Se cree que cuando se pronuncia el nombre de una persona estamos resaltando las facultades, las cualidades, de esa persona.

El propósito de un nombre es para el uso de su prójimo, para que lo puedan llamar, por eso el nombre es comunitario, es el reflejo de sí mismo y muestra en sus actos las obras de Dios, son generadas a través del nombre de las personas.  En otras palabras el nombre de las personas informa sobre el carácter y los actos de esa persona, indica los rasgos de esa persona, y la forma de actuar producto del nombre que le fue dado y que muestra la Gloria de Dios.