La Biblia y el fin del mundo


Autora: Mayra Ugalde

Para dar una mirada objetiva a las señales de estos tiempos, desde la Biblia, debemos tener claro dos aspectos importantes, la primera es que la escatología, es la rama de la teología cristiana que estudia el fin de todos los tiempos y la iglesia cristiana incluye dentro de ese estudio cuatro temas centrales: 1. La segunda venida de Cristo, 2. la resurrección del cuerpo, 3. el juicio final y 4. el fin del mundo y la nueva creación.

El segundo aspecto que se debe tener claro es que la literatura apocalíptica es un tipo de escritura que surge dentro del pueblo judío al salir a la deportación babilónica, es una literatura llena de símbolos cuyo objetivo es dar aliento al pueblo y sembrar en ellos la esperanza de que no importa el terror que estén pasando, al final Dios triunfará.

El primer libro de la Biblia con este tipo de literatura es el de Ezequiel, luego Daniel y por último el de Zacarías en el Antiguo Testamento, estos tres nos presentan la descripción de los tiempos del fin, utilizan símbolos muy comprensibles para la gente de aquellos momentos, los cuernos, las Bestias, los ojos, símbolos muy claros para los judíos en la deportación.

En el Nuevo Testamento quien primero habla de los tiempos del fin y como será es Jesús, luego, Pablo hace algunas menciones de las señales del fin y por último encontramos el libro de Revelación, que lo conocemos como Apocalipsis, por el uso del termino griego que clasifica en este tipo de literatura.  Casi todas las visiones de Juan registradas en este libro las encontramos en Ezequiel, Daniel y Zacarías.  Era importante mencionar esta información si queremos ser objetivos al mirar los acontecimientos finales que parecen ser del fin.

En nuestro medio hay mucha especulación, el cine, las noticias, algunos que centran su discurso en el tema de señales, hacen referencia al libro de Apocalipsis, otros prefieren centrarse en la simbología, el Armagedón; es muy fácil caer en ese tipo de discursos porque confiere poder al quien muestra “el conocimiento”, ese tema es útil para llenar de terror a la gente. El miedo produce una búsqueda de Dios muy pasajera y condicionada, produce esclavitud, y quien atemoriza adquiere poder sobre el atemorizado, por eso debemos ser muy objetivos en nuestro análisis de los acontecimientos finales y a la hora de compartir sobre el tema.

En Daniel 12.4, les recomiendo leer todo el capítulo 12, encontramos una revelación recibida Daniel sobre el fin de los tiempos, para el propósito de esta reflexión usaremos el versículo 4: «Y tú, Daniel, no digas nada de esto a nadie. Mantén cerrado el libro hasta que llegue la hora final, pues muchos andarán de un lado a otro queriendo saber más» (buscando conocimiento dice en otras versiones de la Biblia). El capítulo describe los momentos del fin, se anuncia la futura resurrección, el punto culminante de esta revelación se resume en: Dios le concede la victoria final a su pueblo y participaran de esa victoria no solo los que están vivos en ese momento sino también los que habían muerto creyendo y respetando a Dios. Unos resucitarán para vivir eternamente, pero otros para el horror eterno. Los que guiaron a los seres humanos en el camino recto que es la fidelidad a Dios, esos brillarán para siempre como estrellas.

El mensajero que le está dando esta revelación a Daniel, le pide que lo registre en un libro y que lo selle, porque mucha gente andará buscando conocimiento.  La búsqueda del conocimiento es una tendencia humana que la encontramos desde el Edén, queremos conocimiento para controlar nuestro entorno, eso nos llena de una seguridad personal basada en nuestras capacidades y no en la confianza en Dios, el conocimiento nos hace sentir poderosos, por eso la tentación del ser humano es adquirir conocimiento para ensalzar el ego personal.

Daniel se preocupa un poco por lo que vio y su significado, por eso pregunta qué va a pasar después de todo esto, ¿Qué va a pasar con estos acontecimientos finales?, esa es la pregunta que tenemos.  La respuesta está en el versículo 9 de Daniel 12, suena muy impactante: «El ángel me contestó: A ti, Daniel, te toca llevar una vida normal. Nadie debe saber nada de todo esto, hasta que llegue la hora final».

A nosotros nos toca vivir una vida normal, nos toca seguir viviendo en cualquiera que sea la hora o la situación, ese es el mensaje que nos deja Daniel. El tema central del libro de Daniel es cómo ser fieles a Dios en medio de una sociedad pluralista, Daniel, quien continúa creyendo en Dios aun cuando todo el ambiente a su alrededor no cree, ora tres veces al día, su confianza esta puesta en Dios en medio de cualquier situación, sabe que Dios gobierna sobre todos los gobiernos humanos de la tierra, es el Soberano sobre todo. Daniel nos enseña que podemos ser seguidores de Dios en cualquier situación, aunque como seguidores de Dios tengamos que padecer pruebas y dificultades, quien permanezca firme hasta el fin ese resucitará a la gloria y el honor que solo Dios da, porque Él gobierna aún sobre la historia.  Este mensaje se da unos cientos de años antes de que viniera Jesús.

Jesús viene, cumple su sacrificio redentor y empieza una nueva creación, le encarga a la iglesia llevar su mensaje de redención, igual como a Israel le tocaba en el Antiguo Testamento, hoy le toca a la iglesia.  En el cumplimiento de su misión, la iglesia llora, es perseguida, muchos mueren.  Cerca del año 100 después de la muerte de Cristo, la iglesia ha crecido por toda Asia Menor y Europa, hay creyentes de segunda generación; y Juan quien está cerca a morir, preso en la Isla de Patmos,  como todo un pastor, se preocupa por la iglesia, sabe que está cerca su partida y deja a la iglesia los mensajes.  Por el uso de simbología, el mensaje a las 7 iglesias podríamos decir que es el mensaje para la iglesia en todo el mundo y de todos los tiempos.  Es la iglesia que sufre, es esperanza, «Dios ve», lo que haces y lo que no has hecho, «Dios ve», lo bueno y lo malo, pero sobre todo Dios ve nuestro corazón y el que salga vencedor recibirá su premio, porque Dios es un Dios de justicia, habrá un final, habrá un juicio final, pero al creyente fiel no le alcanzará la muerte definitiva o la segunda muerte, recibirá la entrada para el banquete de bodas del Cordero, tendrá la luz de la vida, será reconocido por Dios, será una columna del templo de Dios, recibirá un nuevo nombre. El Cordero será su Pastor. Es lo que nos dice los primeros 6 capítulos del Apocalipsis.

Juan nos relata que el libro sellado de Daniel ahora debe ser abierto, ya llegó el tiempo final, deben abrirse los sellos para que sea conocido el contenido del libro; el Cordero que dio su vida por toda la humanidad es el único digno de abrir ese libro. Los sellos son abiertos y el mensaje central revelado es que el plan salvífico de Dios se ha estado ejecutando en la historia humana, y el juicio de Dios vendrá. Al abrir los sellos nos dice:  Él salió para vencer y seguir venciendo, lleva la corona puesta, es decir Él gobierna sobre todo. Se hablará de paz, pero, los seres humanos se mataran unos a otros, caerá la economía mundial, habrá guerras, hambre, pestes, terremotos.  Los que han muerto por causa de Su Palabra  reciben vestiduras blancas y ruegan a Dios por justicia, la respuesta que se les da es, todavía faltan algunos, como diciéndonos que todavía no es el fin. Cuando venga la catástrofe final, la gente tendrá miedo, los ricos, los poderosos, los pobres, los sirvientes, todos los que no creyeron, se esconderán de Dios y del Cordero, desean morir, porque el día de su ira ha llegado.

En conclusión, las señales que vemos hoy son una advertencia, un recordatorio, que ya está dicho en la Biblia, revisémoslo:

1 Jesús dijo en el capítulo 24 de Mateo, que cuando veamos todas esas cosas no tengamos temor, aún no ha llegado el fin. Jesús deja ver como en la historia humana está presente la salvación y el juicio de Dios, sucederá. Pero al igual que en Daniel, Jesús nos dice todavía no es el fin.

2 Daniel recibe la instrucción: «A ti, te toca llevar una vida normal» siendo fieles a Dios siempre, creyendo que Él es el soberano que gobierna sobre la historia y sobre los gobiernos de este mundo. Porque el mensaje central de Daniel es como puedes ser fiel a Dios en medio de un ambiente agresivo hacia el evangelio. Las sociedades humanas están en proceso de conversión, la misión de la iglesia es mostrar el Reino de Dios, su poder y soberanía. La conversión del individuo es la que transforma la sociedad; por lo tanto al cristiano le toca vivir una vida normal, en la vivencia del cristianismo por parte del individuo, se provoca la transformación de un mundo lleno de maldad y contribuye en añadir a la iglesia los que serán salvos. Viviendo siempre a la expectativa del tiempo final. Jesús volverá.

3 El que monta el caballo blanco, el Fiel y Verdadero, el que lleva la corona, salió para vencer y seguir venciendo. Nunca para perder. Jesús ganó la batalla, fue digno de abrir los sellos, con su sangre trae hacia Dios, gente de toda lengua, raza y nación, recordemos su promesa «el que permaneciera firme hasta el fin ése será salvo».

La Escatología desde la Biblia, nos invita a creer, confiar en su obra salvadora con esperanza, nunca con temor, aunque veamos señales, nos toca seguir viviendo fieles a Dios y nos compromete a vivir como Él manda, para que sean añadidos aquellos que crean en el camino, pero también para gozar del nuevo nombre y ser parte de la multitud vestida de ropas blancas que menciona apocalipsis 7.

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