¿Tengo que predicar?
Ser pastor implica mucho mas que predicar. El pastorado, como se puede desprender de la misma palabra, tiene que ver con el cuidado y desarrollo de un grupo de personas. La gente tiene muchas y muy diferentes necesidades y debemos admitir de primera entrada que nosotros, como pastores, no podemos ni debemos tratar de solucionar todos los problemas y necesidaes de cada individuo o familia de nuestra congregación. Lo amplio de la tarea pastoral nos obliga a seleccionar cuidadosamente las actividades (metodología) apropiadas para la conducción de “nuestro” grupo. Sobre esto tenemos algunas sugerencias, pero nos concentraremos, por tiempo y espacio a comentarles sólo sobre una “herramienta” disponible para la predicación.
Se ha dicho muy acertadamente, que la mejor predicación es aquella producto de nuestra experiencia personal. No obstante el pastor diligente debería andar con una “libreta” ( o computadora, etc.) para anotar ideas que surjan en su diario caminar o bien para análisis de sermones escuchados. El líder cristiano no debe leer la Biblia solo para producir sermones. El líder, como todo otro cristiano, necesita acercarse a la Palabra para aprender de ella y, en comunión con el Espíritu Santo, obtener la dirección de Dios para su propia vida. No obstante en esa vida de reflexión, la lectura de la Biblia le irá sugiriendo temas para futuras predicaciones, anote esas ideas y déjelas madurar en su mente. Como ya hemos insinuado, muchos de los mejores sermones, primero los tuvimos que “predicar” para nosotros mismos. La predicación no solo requiere una lectura devocional de las Escrituras, es también necesario el estudio profundo de las mismas.
Algo que influye mucho en nuestra predicación es la Biblia que usamos para leer y estudiar. La sugerencia mas sencilla es tener varias traducciones de las Escrituras. Lea el texto en versiones diferentes. Tenga a mano uno o dos Biblias de estudio. A menudo la calidad de una Biblia de estudio no se evalúa por el precio de la misma, sino por las notas que posee. Recordemos que la predicación no es andar buscando temas novedosos para los sermones, es mas bien volver a la Biblia y descubrir lo que Dios nos dice para los problemas de hoy día.
La “herramienta” a la que me refería en el primer párrafo es “La Biblia para la Predicación”. Esta Biblia usa el texto de Reina Valera 1960. Entre otras ayudas, esta Biblia , tiene un manual de homilética básico, ideal para pastores que están iniciándose en la predicación y para pastores que quieran renovarse en esta área del trabajo. Tiene, además, mas de 1600 bosquejos sugeridos para sermones; lo bueno de esto no está en que “alguien” le sugiera los sermones, lo bueno es que le ayuda a usted a complementar ideas o le sugiere otras formas de abordar los temas de sus sermones. Esta “herramienta” contiene modelos de sermones para el Antiguo y Nuevo Testamento, por lo que usted tendrá no solo la teoría sino el ejemplo para elaborar sus propios sermones. También tiene modelos de sermones según su género. Consejos sobre la predicación de diferentes partes de las Escrituras, por ejemplo “Cómo predicar la narrativa del Antiguo Testamento” o “Cómo predicar los textos apocalípticos. Le puedo garantizar que poseer esta Biblia enriquecerá su predicación, mejorando así la comunicación del mensaje bíblico. Le invito a visitar la biblioteca de la Sociedad Bíblica para que pueda corroborar las características de esta excelente obra.
Considero muy acertado el comentario de que tengo que predicar, pero gustaría conocer de la Sociedad Bíblica que libros recomienda de hermenéutica para principiantes , homilética.