La palabra «fe» es de uso frecuente, pero poner nuestra fe en Dios es una decisión de importancia poco común que acarrea unas consecuencias y. por diseño divino, es incómoda. La fe en Dios es consoladora solo cuando confiamos en Él, y la fe inconmovible es la señal distintiva de los cristianos maduros que han permitido que la fe se introduzca en sus vidas y aparte su vista de sus propios objetivos, necesidades y deseos. Este es un proceso que perturba la vida, altera la comodidad e incluso resulta doloroso.
Una fe incómoda es la enseñanza inédita de A. W. Tozer sobre lo que él llama
«una fe que perturba», es decir, una fe que contradice al incrédulo y amenaza la complacencia del cristiano. En estas páginas, este renombrado pastor y teólogo nos muestra cómo la fe genuina, por diseño divino, alimenta la insatisfacción con esta vida, haciendo que los cristianos dejen de depender de las cosas terrenales a fin de prepararles para la vida venidera, gloriosa y eterna. De esta manera, Tozer exhorta a cada uno de nosotros a profundizar en nuestra fe hasta llegar al punto del descontento santo, y experimentar la esperanza renovada de la eternidad con el Dios Todopoderoso.