Si las mujeres que siguieron a Jesús pudieran decirnos cómo era Él, ¿qué dirían?
E trato que Jesús dio a las mujeres fue transcendental, y por
deso acudían tanto a Él. Donde iba, lo buscaban. Las mujeres se sentaban a Sus pies y le escuchaban. Se le acercaban en busca de perdón, respuestas y cuidado. Entonces, ¿qué vieron en Jesús, un rabino judío del siglo I y qué podemos aprender hoy al mirar a través de Sus ojos?
«En lugar de ver a las mujeres como riesgos, inconvenientes o cargas, Jesús las invita a acercarse. Con su característica mezcla refrescante de erudición y empatía, Rebecca McLaughlin nos invita a examinar las historias de mujeres entretejidas en todo el ministerio de Jesús, en busca de los hilos en común de la buena noticia. Así, emerge un mensaje claro y resuelto: «Dejen que las mujeres vengan a mí». Aquí encontrarás instrucción y aliento para mujeres y hombres por igual, que busquen vivir como hermanos y hermanas en la familia de Dios».