Este mes de octubre se celebra la Reforma protestante, un evento en la historia de la humanidad que cambio el curso de Europa como continente, a la vez impactó al mundo y el curso que había tomado el cristianismo al alejarse de la Biblia. Con el poder político que habían adquirido las estructuras religiosas del momento, poco a poco abandonaron la lectura de la Biblia; pusieron su confianza en el poder que tenían y olvidaron lo que Jesús enseñaba, que los líderes fueron llamados a servir y no a servirse de la gente, crearon doctrinas que no estaban en la Biblia, y enseñaron que el Reino de Dios era la iglesia, por lo tanto la confianza de la gente estaba en una estructura eclesial creada por seres humanos como cualquier otro, propensos a la corrupción como lo somos; la gente había llegado a dar estatus de dioses a los líderes religiosos, y como no tenían acceso a la Biblia, creían que estaban en lo correcto.

Después de que Jesús ascendió, los discípulos cumplieron la misión de llevar sus palabras a todas las naciones, de esa forma con el paso del tiempo todo el Imperio Romano se vio impactado por estos discípulos, aquel basto imperio poderoso que tenía tantos años de gobernar en toda Europa y parte de Asia, fue transformado poco a poco por el pensamiento cristiano; conforme se diseminó las palabras de Jesús, a pesar de la forma violenta en que los discípulos de Jesús habían sido perseguidos, los seres humanos eran transformados por esas palabras de Jesús, que eran leídas en las reuniones en las casas de los cristianos. Hasta que se olvidaron de la Biblia, creyeron que los creyentes no tenían la capacidad de interpretarla, por eso la dejaron y se convirtió en un objeto de estudio, haciendo que solo algunos tuvieran acceso a ella y en un idioma que solo los estudiosos entendían, el latín.

Varios factores estaban influyendo en la Edad Media, el Imperio Romano primero se vio “cristianizado”; no era que los moradores de las diferentes colonias romanas se habían convertido, sino más bien los pobladores del imperio, asumieron la religión del emperador lo que produjo una mezcla de creencias populares con el pensamiento cristianismo.  Los seguidores de Jesús dejaron de tener persecución y como no tenían acceso a la Biblia y tenían una confianza ciega en las estructuras religiosas creadas por algunos no por Dios, se alejaron de lo que dice la Biblia para creer lo que decían sus líderes.

Los líderes religiosos probaron el sabor del poder, el poder genera corrupción y la corrupción envanecimiento.  Seguían llamándose cristianos, pero no necesariamente eran seguidores de Jesús, se construyeron templos con grandes lujos de decoración, en las reuniones no se leía pasajes completos de la Biblia como en un inicio y ahora se leía en un idioma que nadie conocía, el latín; otras actividades y ritos religiosos tomaron el lugar de la Biblia. No muy diferente de lo que sucede hoy en día en muchas partes, los seguidores de Jesús están más concentrados en actividades que en leer la Biblia.

Todo lo que el ser humano crea, tiene el peligro de que el pecado lo dañe, si no tenemos una completa dependencia de Dios, pueden crearse doctrinas y bien intencionadas actividades que, si el individuo no tiene la lectura de la Biblia, si no se expone a su mensaje, y la deja hablar; no hay transformación.  A diferencia de aquel entonces, hoy la gente es alfabetizada y tiene acceso a la Biblia, pero, aun así, confían más en sus líderes que en la Biblia, van tras líderes espontáneos que hablan más de logros y pensamientos positivos que del mensaje de la Biblia.

Pero Dios es el dueño de la historia y el más interesado en que todo ser humano conozca su mensaje. Hoy la Biblia te llama y te dice lo mismo que le dijo a aquellos hombres y mujeres de la Reforma, es necesario volver a Biblia, a las bases del cristianismo, no como religión sino como movimiento. En 2 Timoteo 3.16 dice:

Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir.”

Eso enseña «La Sola Escritura», el primer principio de la Reforma. Si quieres ser realmente seguidor de Jesús, te expones a la Biblia, no a través de otros quienes te dicen que piensan de ella, sino dejas que el texto te hable, y penetre en tu corazón. En la Biblia encontrarás el mensaje de Dios y te enseña, que no hay nada que el ser humano pueda hacer para lograr su salvación y tener una relación personal con Él; es solo a través de la fe en Jesús, lo dijo en Juan 11.25:

Jesús le dijo entonces: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.”

Esto lo enseña «La Sola fe», la segunda sola, solamente por la fe en El, por creer en Jesús, las buenas obras no añaden puntitos para tener la salvación, es solo por fe. Las buenas obras son el resultado de una relación con Dios, no es para ganar la salvación, la obediencia a Dios se manifiesta en obediencia a sus mandatos, no en sacrificios.

La tercer sola es, «La Sola Gracia» es por gracia, es decir por decisión de Dios que tenemos la salvación, es un regalo inmerecido, que Dios decidió darnos, así lo dice en Efesios 2.8-9:

Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló. La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso.”

En «La Sola Gracia» Dios es quien decide y forja la salvación para toda la humanidad, aunque no lo merecíamos.

«Solo Cristo» es la cuarta Sola, enseña que solo Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres, ningún ser humano puede tomar el papel de Cristo. Así lo dice 1 Timoteo 2.5:

Sólo hay un Dios, y sólo hay uno que puede ponernos en paz con Dios: Jesucristo, el hombre.”

Por último, la quinta sola es «Solo a Dios la Gloria», enseña que solo Dios es el creador del plan de salvación, que es su decisión y su voluntad de salvarnos, es por amor, por eso Jesús es suficiente.

Estos cinco principios se repiten constantemente entre los reformadores, era los principios que habían sido olvidados al ser guardada la Biblia.

Hoy debemos sacar la Biblia de nuevo, ella te llama a leerla, a encontrar el mensaje de la salvación tan grande que Dios nos ha dado a través de Jesús y solamente tienes que creer en él para disfrutar del perdón inmerecido de Dios y a través de su Espíritu Santo experimentarás la fuerza necesaria para obedecerle, lo que resultará en un cambio personal y a la vez un cambio social en este mundo que hoy camina lejos de Dios.