Pensando en cómo escribir sobre el amor sin hacerlo de forma trillada, recordé la frase de un amigo, que por respeto no escribo su nombre, él siempre dijo: “El Verdadero amor no se impone SOBRE LOS DEMAS”; sin duda alguna, una frase llena de sabiduría y es que existen tantas definiciones del amor, que es clave entender su esencia.

Hoy en la celebración del Día del Amor y la Amistad, se vuelve imperativo dialogar sobre el tema, el verdadero amor es más que un sentimiento o hacer una obra social con mucha publicidad para que todos sepan lo bueno que soy, el amor verdadero, es aquel que se da sin esperar nada a cambio, por eso Juan en su primera carta nos recuerda que Dios es amor (1 Juan 4.7-9), porque nos amó tanto, que no solo entregó a su hijo por nosotros, nos rescató de una vida sin sentido, nos dió su salvación, aun cuando no la andábamos buscando.

Jesús nos dejó un nuevo mandamiento, amar a Dios en primer lugar y al prójimo en segundo lugar (Juan 13.31). Y el apóstol Pablo, en su carta a Timoteo nos advierte de que antes que llegue el fin, la gente se volverá egoísta, interesada en sí misma y en ganar más dinero, no respetaran a Dios ni a su prójimo y no se podrá confiar en nadie; por otra parte,  Jesús hablando de los tiempos finales en Mateo 24.12-13 nos dice que la maldad se multiplicará y por eso el amor de muchos se enfriará, en otras palabras, aun hasta los que han creído en Jesús y dicen seguirle caerán en esa corriente tan vacía y fría de un amor que no es amor.

Estos pasajes nos invitan a reflexionar en la necesidad de mirarnos a nosotros mismos, no para amarnos en una forma vana como se promueve hoy, sino para recapacitar si la capacidad de amar nuestra, de dar sin esperar nada a cambio, está operando en nuestras vidas. Muchos leen la Biblia y se encuentran con esos pasajes, pero estos no llegan a ser parte de sus vidas si no se leen creyendo y recapacitando en ellos. El mensaje de Jesús está disponible, esta accesible para ser vivido, no para una simple lectura, sino para asumir el compromiso con la vivencia, eso cambiará el mundo.

Creo en la obra social cuando esta es hecha con amor, pero con el amor que describe la Biblia en 1 Corintios 13, sean cual sean mis actos, si estos no son realizados con amor, solo hago ruido momentáneamente, en medio de todo el bullicio de este mundo. Si predico, y acuso a la gente de no vivir en amor, hago mis denuncias de lo malo que veo, pero no soy capaz de amar, solo soy una persona más que dice tener fe, pero que su fe no es práctica.  La fe practica es con amor, pero un amor que no espera recibir, un amor que no hace ruido solo da como lo hizo Jesús y eso transformó al mundo.

Le dejo esta reflexión no sin antes recordarle que todo acaba, hasta el conocimiento, solo permanecerán la fe, la esperanza y el amor, pero el mayor de esos es el amor y nunca olvide que “El Verdadero amor no se impone SOBRE LOS DEMAS”, solo se da sin esperar nada a cambio.