¿Dónde Está Dios?
Estaba reflexionando en esta semana sobre ¿qué pasó con nosotros como seres humanos? y tratando de entender lo que nos pasa; porque de una u otra forma desafiamos a Dios, hay una lucha constante por demostrar que Dios no existe.
Les comparto mi experiencia, fui a hacer mi rutina de ejercicios y una de las chicas tenía una camiseta con un mensaje que defendía a Satanás, no sé porque ella lo defendía y tampoco le pregunte, lo que sí pensé fue ¿quién lo ataca para que un ser humano lo tenga que defender?
La Biblia no trata de demostrar que Dios existe, da por un hecho que existe, es poderoso, gobierna sobre toda la tierra, es el creador del cielo y la tierra, aún más, gobierna sobre los gobiernos de las naciones, les permite que hagan lo que quieran pero por un período de tiempo y luego actúa, es justo, es compasivo, sabe escuchar a todo aquel que le habla, desea ser amado por los seres humanos y ser Su Dios pero por elección de ellos, no por imposición, es paciente, amoroso como un padre con sus hijos, siempre está al alcance de todos cuando le piden su ayuda; esa es una breve descripción del Dios que nos habla la Biblia; pero por alguna razón nos ocupamos de buscar otros dioses, no queremos creer en el Dios que nos describe la Biblia.
Y peor aún, cuando nos topamos con alguna tragedia, cuando sufrimos por causa de fenómenos naturales, no falta quien diga “Y ¿dónde está Dios que permite esto?”, nunca he escuchado a alguien que diga “ ¿dónde está Buda, o Krishna o Mahoma o Alá, que permitió esto?, siempre el reclamo va dirigido al Dios de la Biblia.
Eso no es nuevo, a través de la historia de la humanidad, el ser humano pasa por períodos donde cuestiona la existencia de Dios hasta que se encuentra con Él en el camino. Un ejemplo de esto es durante el reinado de Acab y Jezabel, fue uno de los reinados más prósperos de la historia de Israel, pero a la vez fue el reinado donde prácticamente todo Israel se olvidó de Dios, quien había sido su salvador de la esclavitad en Egipto; luego aparece Elías con un mensaje para todo el pueblo, que debían retornar a Dios, nadie le hizo caso y los pocos creyentes que quedaban se escondían por temor a morir, entonces Elías lanzó un reto, el verdadero Dios que envié fuego del cielo y consuma los animales que le ofrecían, ambos oraron Elías al Dios de Israel y los otros a Ball y a los otros dioses que veneraban; la sorpresa fue que solo el Dios de Israel envió fuego del cielo y consumió el sacrificio, ahí los israelitas debían escoger en quien creer, si en el Dios que había salvado a Israel de la esclavitud o en los otros dioses que les ofrecían.
Hoy en día me atrevo a decir como dijo Eliseo el siervo de Elías, “ ¿Dónde está el Dios de Elías?, cada persona debe tomar su decisión personal sobre cual dios seguir, el Dios de Elías se ha manifestado constantemente en esta tierra, lo vemos en cada obra que bendice al que sufre, cuando pasamos por una pandemia y estamos vivos o vivas, cuando ha habido hambre en la tierra y has tenido comida en tu mesa y algo para compartir con el que no tenía nada, porque tú y yo somos las manos y los ojos de Dios, Él se manifiesta a través del amor al prójimo y del amor a Dios mismo, porque cuando amamos a Dios no le hacemos mal al prójimo.
Para terminar, debemos escoger en quien creer, si en la variedad de dioses que nos ofrece el menú actual, o en el Dios que vino a este mundo, vivió entre nosotros como uno de nosotros y luego murió en la cruz con un solo fin, que tuvieras la oportunidad de elegir ser Su hijo y que Dios sea tu Padre.